Una de las situaciones más difíciles para alguien enamorado es estarlo de alguien que se muestra ambivalente, la realidad es que la mayoría hemos pasado por esto.
Un día esa persona se muestra como puro fuego, bastante interesado, te dedica su tiempo, habla tendido y al siguiente día en cambio se vuelve tan frío como un bloque de hielo, es como si nada de lo que pasó el día anterior lo recordara.
Esto te lleva a cuestionarte, ¿Qué hice?, ¿en qué me equivoqué?”, ¿estará enojado por algo que dije?, lo que te envuelve en una ruleta ansiosa de cuestionamientos, te sientes con inseguridades y a la larga esta es una manipulación emocional.
El problema principal es que dice una cosa pero al final al siguiente día hace otra, es como si se tratara de dos personas en una, lo más importante al lidiar con esta clase de personas es no culparse, y repetirse a uno mismo lo siguiente: no hiciste nada malo.
¿Por qué caemos ante los hombres o mujeres ambivalentes?
La respuesta es fácil: estas personas suelen ser encantadoras, divertidas, galanes y muchos atributos más, te hacen sentir que son tu media naranja y eso te hace enamorarte más.
Es importante recalcar que el hecho de que se vuelvan indiferentes y hacen su mundo por su lado, te hace sentir más atento/a por esa persona, psicólogos afirman que la ambivalencia es un “estado de ánimo transitorio o permanente, en el que coexisten dos emociones o sentimientos opuestos”.
Este tipo de personas puede hacer sentir a su pareja rechazada, abandonada y poco importante, afectando su autoestima con estas acciones pues hace sentir a su pareja como alguien no necesario en su vida, todo esto puede nacer por miedo al compromiso, problemas de confianza, inmadurez emocional e inestabilidad.
Muchas veces puede ocurrir que esa persona se siente menos que su pareja, y para aliviar esa ansiedad, se distancia o desaparece, hará todo cuanto sea necesario para no tener que soportar el terror y la vergüenza de su propia vulnerabilidad”.
El miedo a perder a esa persona nos lleva, a su vez, a aferrarnos todavía más y no dejar de llamar y perseguir, le damos vuelta a todo, nos sentimos culpables por haber dicho o hecho cosas por las que normalmente no nos disculparíamos y nos hacen sentir culpables.
Si te encuentras en una relación de este tipo, lo mejor que puedes hacer es ponerle fin a la relación porque necesitas que te traten como mereces, lo más importante es darse valor a uno mismo.