En medicina, un coma es un estado grave de inconsciencia que puede ser causado por una variedad de condiciones, que incluyen intoxicación, anomalías metabólicas, enfermedad del sistema nervioso central, traumatismo grave, convulsiones y anemia por oxígeno.
No es porque el paciente esté en estado vegetativo que el paciente deja de sentir o detiene la actividad cerebral ante determinados estímulos. Sienten dolor y sufrimiento, en el estado más bajo de conciencia en el que se encuentran.
En enero de 1988, Martin Pistorius, de 12 años, enfermó de una enfermedad inexplicable. Al principio perdió la voz y dejó de comer. Luego estuvo durmiendo constantemente y cortó cualquier contacto humano. Los médicos están confundidos.
A los dieciocho años, era mudo y estaba en silla de ruedas. A los padres de Martin les dijeron que tenía una enfermedad degenerativa de causa desconocida que podría haberlo hecho perder la cabeza y que le quedaban menos de dos años de vida. Fue un duro golpe para la familia, pero intentaron no desanimarse.
Martin fue trasladado a centros para niños con discapacidades severas. El estrés y el dolor afectaron el núcleo de la relación de sus padres y su familia. Su hijo se ha ido, o eso creen. Desafortunadamente, no fue el final de muchos de los soldados de a pie de Martin. El destino le tenía guardada una sorpresa muy especial, que conoceremos a continuación.
Esta es la historia desgarradora de regreso de un niño a la vida a través del poder del amor y la fe. Se puede ver la capacidad de recuperación de los padres, las consecuencias de un mal diagnóstico, el abuso a manos de los cuidadores crueles, y la duración impensable de alerta mental de Martín traicionado por su cuerpo sin vida.
Durante 12 años, Martin estuvo atrapado en su cuerpo. Se cree que se despertó a la edad de quince años. En ese instante oyó decir a su madre que deseaba que su hijo estuviera muerto.
Lo que pasó después ha quedado en la retina de su familia: Martín se despertó de pronto y reveló a su familia que había estado consciente durante los 12 años que había estado en coma. Ya sentía todo a su alrededor, pero su cuerpo no reaccionaba a los impulsos.
Hoy vemos una vida restaurada, incluso fundó una empresa y encontró un nuevo amor, todo desde una silla de ruedas. Martín sale de su sombra invitándonos a celebrar nuestra vida y luchar por una vida mejor para los demás.