Sin ninguna duda los perros son los compañeros mas fieles que podemos tener, el perro nunca se separa de su amo y siempre lo protege, incluso hay historias veridicas de perros que han dado la vida por sus amos para salvarlos, cientos de estas historias que circulan en las redes sociales nos tocan el alma por completo.
En esta historia lo que hay detrás de las fotos de un perrito captado junto a su dueña a lo largo de los años, deja entre lágrimas a más de uno pues la historia no ha sido nada fácil, se trata de dos fotografías que desde que fueron publicadas no han tardado en hacerse virales por el gran mensaje de fidelidad y amor incondicional que deja ver.
Este perrito ha estado al lado de su dueña durante 18 largos años, sin estar un dia separados, las conmovedoras imágenes fueron publicadas en el grupo de Facebook México Pet-Friendly, donde Gigi Gamez Zúñiga relató la peculiar historia de lealtad y amor verdadero del devoto perrito hacia su madre.
A juzgar por el relato de Gigi y las hermosas fotografías, se trata de un perrito realmente especial que siempre se caracterizó por amar con todas las fuerzas de su corazón a su dueña, durante casi dos décadas, el perrito se desvivió por mostrarle cuánto la amaba, haciéndole compañía y consolándola en sus momentos difíciles.
El simple gesto de jamás alejarse de ella, siempre estaba justo al lado de la silla que ocupaba la mujer, queriéndole decir que permanecería allí incondicionalmente, hasta el final.
El hijo de la señora relató «Tomé la primera foto de los dos en su banqueta todavía fuertes y disfrutando esos momentos juntos», empieza el emotivo relato de Gigi, en la publicación que ha sido compartida miles de veces.
«La segunda no fue fácil para mi capturarla, me rodaban las lágrimas entre la cámara. Me dolía el corazón ver a los dos envejeciendo juntos, pero sentí que debía hacerlo porque no sabía cuánto tiempo más iban a soportar sus cuerpos», continuó. Y es que, solo quien ha vivido tantos años junto a un angelito de cuatro patas, sabe lo dulces, incondicionales, agradecidos, y nobles, que se vuelven estas hermosas criaturas con las personas a las que consideran les deben tanto.
El perrito era más que su hijo, pues sus hijos ya no estaban en casa, ese perrito era su compañerito de vida y su fiel protector, su familia, de forma cariñosa empezó a llamarlo: «el hijo más fiel de mamá». Y no eran palabras bonitas, era el retrato perfecto de lo que significó la mascota en la vida de la abuela.
Desde que amanecía hasta que anochecía, el canino permanecía ahí firme y pendiente de todo lo que pudiera necesitar la mujer. La misma escena se repetiría todos los días, por casi 20 años, demostrándole lealtad absoluta en todo momento.
«De jóvenes caminaban juntos, siempre veía venir a mi mami del mercado y como niño corría la loma para alcanzarla, pasaba el tiempo y fueron envejeciendo pero siempre estuvieron unidos, a pesar de que los dos ya estaban ancianos siempre se reconocían. Ya no podían recorrer distancias ni correr por la loma, pero sí podían estar juntos y el perrito al despertar lo primero que hacía era ir a ver a si mi mamá estaba bien», recuerda Gigi.
Lamentablemente el tiempo le pasó factura al perrito quien por el pasar de los años empezo a sufrir diversas dolencias, aunque quisiéramos que nuestras mascotas fueran eternas, lo inevitable llegó, y el fiel peludito cruzó el puente del arcoíris dejando a la mujer devastada.
«Hoy ‘el hijo más fiel de mamá’ partió al cielo de los perritos, quienes lo conocieron saben la fidelidad que tuvo a mi mami por años. Hoy su cuerpo no pudo más y solo me queda agradecerle todos estos 18 años, ese gran amor que le dio a mi mami. Descansa en paz, mi perrito.
Esta historia llega al alma y toca la fibra más sensible de todos quienes se sienten identificados con ese indescriptible dolor que es despedirse para siempre de nuestros perritos amados, a quienes llegamos a amar como a hijos.
Sin lugar a duda tener un perrito nunca será un desperdicio de tiempo y dinero, se llegan a amar igual que un hijo.